Todos sabemos lo conveniente que es comer fruta, sobre todo de temporada. Le ha llegado el turno a la granada. Rica en agua, diurética, astringente, vitaminas C y E, minerales y antioxidantes, potasio, manganeso, hierro, fósforo y otras muchas cualidades en la que previene enfermedades cardiovasculares, intestinales y reumáticas.
Yo, no quiero ser pesada, las explicaciones científicas se las dejo a los entendidos. Sólo quiero enseñaros una forma de tomarla en zumo. A veces con tal de no mancharnos las manos no las compramos. Es muy fácil comer granada sin mancharse. Desde muy niña hago esto, siempre me llevaba al colegio mi granada preparada, seguro que más de uno lo hace, pero también estoy segura que algunos de vosotros no lo sabéis. Miren cómo lo hago yo.
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| Buscaremos en el mercado las granadas que no estén rotas, de piel fina, y que sus granos estén muy pronunciados en la piel. |
Procederemos a cortarle con un cuchillo la corona con mucho cuidado, sin acercarnos al borde para que no se rompa. Le raspamos los estambres y el polvo que anida dentro, y la enjugamos con abundante agua. | |
Con un cuchillo estrecho, iremos sacando la corteza hasta llegar a abrir un agujero en el centro. | |
Como veis ya está hecho, sólo falta volver a enjuagar.
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| Después, abrazaremos la granada con las dos manos, y con las yemas de los dedos iremos apretando poco a poco hacia dentro, por todos sus lados, cerca del agujero no apretéis porque se puede abrir antes de que haya salido todo el zumo. A veces acaba rompiéndose, sólo hay que andar con cuidado, oiréis cómo los granos revientan, y el zumo empieza a salir por la boca. Es la hora de succionar a la vez que apretamos con las dos manos. ¡Exquisito! es un placer beber el jugo directamente de la granada. |
Miren cómo queda después de exprimida
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| También podéis echarla en un vaso y después beberla, eso es al gusto de cada uno. Yo, lo prefiero directamente de la granada. |