Sabíais que hizo ochenta años el 24 de enero del 2013, que nuestro Cristo de la Agonía, fue donado a nuestro pueblo por Don Francisco Bergamín García.
Como sufragio a la buena memoria de su esposa Rosario Gutiérrez López. Bergamín, ocupo varias carteras ministeriales durante el reinado de Alfonso XIII.
La imagen donada fue elaborada en un taller de la localidad gerundense de Olot, siendo realizada en escayola y pasta de madera. A lo largo de estas ocho décadas la imagen ha sido restaurada en tres ocasiones por dos vecinos del pueblo. La primera restauración, mejor dicho su primer “arreglo” como lo define su restaurador Adolfo Corrales Pineda, lo realizo en abrildel1985 consistiendo en la fijación de los brazos al cuerpo y la limpieza de la zona de los pies muy deteriorada por el roce de las manos y el continúo besapies de los feligreses.
De la revista El Nazareno, articulo de Arturo Eduardo Rodríguez Guerrero.
Nuestro Cristo de la Agonía en la actualida
Ahora nos trasladamos a la Casa Hermandad de Nuestro Cristo de la Agonía a ver como se preparan para celebrar su día.
Me encuentro en la puerta de la Hermandad, ni mas ni menos que con Don Juan Ruiz Zambrana profesor y bloguero de éxito de nuestro pueblo.
Empezamos el recorrido por las calles de nuestro pueblo.
La noche amenazaba con lluvia, y que a la llegada del paso al paseo hizo un primer intento de aparecer, afortunadamente solo fueron unas gotas. Hasta que finalizo su recorrido por las calle del pueblo. Fue cuando llego al la iglesia y se pudo encerrar, empezó a caer la lluvia, afortunadamente sin que la Imagen se mojase.
Este año me impresiono la cantidad de jóvenes que han participado en nuestra Semana Santa.
Podemos comprobar la cantidad de público que ha asistido a celebrar este Viernes Santo, era difícil hasta moverse para poder hacer las fotos.
Empezamos con las saetas a la salida de Cristo por la calle lucero
La expectación fue tremenda en esta primera saeta. Que me vais a perdonar, pero no conozco a la persona que le dedicaba esta saeta a nuestro Padre
La expectación ya veis, la calle ancha repleta de badolatoseño y desde los balcones, se podía vislumbrar la Fe y la devoción de sus gentes.
Que deciros de los participantes de la Procesión, no se si me equivoco pero de los años que he podido disfrutar de la Semana Santa de nuestro pueblo, este año es el que me a parecido que había mas asistencia de publico y nazarenos o como popularmente se les llama capirotes.
Para los que no habéis podido estar en esta Semana Santa, os puedo asegurar que impresiona.
Nos adentramos en la calle ancha. Y el gentío aumenta a un mas.
Aquí tenemos el hermoso paso de nuestro Padre Jesús en la cruz desfilando a hombros de los feligreses y hermanos de su Hermandad, por nuestras calles.
Otra Saeta, esta vez a cargo de este jovencísimo autor, Juan de Dios Corrales, del cual hablaremos en un próximo articulo dedicado a nuestra juventud en las tradiciones de nuestro pueblo.
Llegando a la Hermandad del Nazareno
La gran acogida en la hermandad del Nazareno con Cristo en su puerta, seguido desde el principio del trayecto por todos sus devotos y no tan de votos, que quisieron acompañarle en su doloroso recorrido.
Nos acercamos al paseo y comienzas las primeras gotas que gracias a el se quedaron en unas gotas.
En la calleja o 28 de febrero.
Cristo a un paso
Y aquí terminamos pero no ante de dejaros con las palabras de un anónimo Nazareno
Cuando yo me vaya, no quiero que llores, quédate en silencio, sin decir palabra, y vive recuerdos, reconforta el alma.
Cuando yo me duerma, respeta mi sueño, por algo me duermo, por algo me he ido.
Siente mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis sitios búscame en mis cosas, y entre los pergaminos que he escrito apurado. Ponte mis ropas y mis calzados.
Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama y cuando haga frio, abrígate con mis lanas.
Te puedes comer todo el pan beberte el vino que deje guardado. Escucha esa música que a mi me gustaba, usa mi perfume y riega mis plantas.
Si tapan mi cuerpo, no me tengas lastima, corre hacia el espacio, libera tu alma, palpa la poesía, la música, el canto, y deja que el viento juegue con tu cara.
Besa bien la tierra, toma toda el agua, y aprende el idioma vivo de los pájaros.
Si me entrañas mucho, disimula el acto, búscame en los niños, en la playa, en la montaña, y en el sitio ese donde me ocultaba.
No pronuncies nunca la palabrea muerte. A veces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado.
Cuando yo duerma, no me lleves flores a una tumba amarga, grita con la fuerza de todas tus entrañas: que el mundo esta vivo y sigue su marcha.
La llama encendida no se va a apagar por un simple hecho de que no este más.
Los hombres que “viven” no se mueren nunca, se duermen a ratos, a ratos pequeños, y el sueño infinito es solo una excusa.
Cuando yo me vaya, extiende tu mano y estarás conmigo sellada en contacto, y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre: ESTARE A TU LADO.
De la Revista El Nazareno 2013.