Hoy he vuelto a aquellos días familiare y de buena comida. Con los ingredientes a mano me he puesto manos a la obra. Sólo me falta una cosa, los demás.
Pan, 1 bollo.
Agua calentita.
Un chorizo, de pavo, o de lo que queráis.
Otras vece, la mayoría de ellas le pongo pollo que es más sano.
5 , o, 6 dientes de ajo.
Un poco de aceite,
Como dos dedos o menos de un vaso.
He cortado el bollo en rodajas finitas, se puede cortar a pellizcos también. Lo he regado con agua calentita, bien húmedo, y lo he dejado unas horas. Después he frito unos cuantos de ajos, cinco o seis, y los he sacado cuando estaban algo dorados.
Después he frito un poco el chorizo y también lo he sacado.
A continuación he echado el pan en la sartén y lo he mareado un poquito. A veces frío el chorizo primero, luego los ajos, y cuando están mareados incorporo el pan, da igual.
Vamos a golpear insistentemente los trozos de pan para que se vayan poniendo pequeñitos, mientras que le damos vueltas. Y le echamos los ajos.
Nosotros las comemos con chocolate, siempre. ¡Me encantan! espero que a tí también.
Buen provecho.
Esto ya tiene otro color, un poquito más, y ya está, a mí me gustan crujientes por fuera y tiernas por dentro. Si las dejamos mucho rato, se resecan y se endurecen.