Don Manuel Pineda Soria nació el 6 de marzo 1929 En Badolatosa, Sevilla
Su padre Manuel Pineda Conde.
Durante algunos años, fue Teniente alcalde del ayuntamiento, pasando a ocupar el sillón de la alcaldía por algún tiempo.
Murio el 01 de diciembre 1956 de un infarto de miocardio, a los 62 años.
Su madre, Pilar Soria león, nació el 15 de enero 1900 en Badolatosa, Sevilla.
Murio 24 de mayo 1986.
Imágenes y texto extraídos del libro homenaje a Mons. Manuel Pineda Soria.
Resumen de la carta del obispo de Málaga con motivo del 80 aniversario de Monseñor Manuel Pineda Soria.
Con motivo del octogésimo aniversario del nacimiento de Mons. Manuel Pineda Soria un grupo de amigos ha proyectado el presente libro pidiendo colaboración a personas que han conocido y apreciado a tan querido sacerdote de nuestra diócesis malacitana.
Aunque llevo solamente unos mesen como obispo de esta diócesis, he tenido ya ocasión de apreciar la hondura espiritual y sacerdotal de Don Manuel y la importancia de su ministerio pastoral.
Por ello deseo unirme de corazón a este homenaje. Agradezco al coordinador de la obra, al comité de asesoramiento, a los consultores y autores de los diversos capítulos y a todos los que han colaborado con sus testimonios, su excelente trabajo.
Com motivo de este acontecimiento, todos los que conocemos y apreciamos A Don Manuel, sobre todo el Presbiterio malagueño, tenemos la excelente oportunidad de manifestarle nuestro sentimientos de afecto y gratitud por su larga trayectoria sacerdotal.
Su santidad Benedicto XVI nos sorprendió, el pasado 19 de junio festividad del Sagrado Corazón de Jesús, con el anuncio de un año sacerdotal, para renovar nuestro compromiso y fidelidad a Jesucristo, sumo y eterno sacerdote, y nuestro agradecimiento por habernos llamado a desempeñar tan sublime misión. En este contexto adquiriré especial relevancia la ejemplaridad de la vida y del ministerio de los sacerdotes; por ello es una gracia también poder dar gracias a Dios por la vida ejemplar de un sacerdote de nuestro Presbiterio.
Terminando la carta:
Mi felicitación más cordial y fraternal a Don Manuel Pineda en sus ochenta cumpleaños. Con afecto y gratitud.
Jesús Catalá
Obispo de Málaga.
Primera Misa solemne de D. Manuel Pineda. A su izquierda, su tío D. Francisco Pineda
Fueron padrinos del misacantano Don pedro Fernández de Santaella, ingeniero jefe de obras públicas de la provincia de Córdoba, natural de Badolatosa, y doña Ana Gozálvez, viuda de Solís, también de Badolatosa.
Ocuparon lugar de preferencia los padres y familiares de don Manuel Pineda. Entre la concurrencia, que fue bastante numerosa, se encontraba el alcalde de la ciudad de Antequera, el alcalde de Badolatosa y numerosos vecinos de dicha localidad.
Elocución posterior al refrigerio celebrado después de la primera misa.
De izquierda a derecha: su padre, su madre, Dña. Ana Gozálvez, Manuel Pineda, D. Pedro Fernández de Santaella y Dña. Dolores Gozálvez de Santaella. Delante de la mesa, el alcalde de Badolatosa, Don Francisco Lanzas.
El 8 de septiembre de 1972 es nombrado Vicario episcopal de la costa Occidental y Oriental, el decreto por el que se crean cinco Vicarías Episcopales territoriales, y se nombran los cinco Vicarios Episcopales, entre ellos, Don Manuel Pineda, está firmado por Ángel Suquía, obispo de Málaga
Don Manuel Pineda, Vicario Episcopal, con el Sr. Obispo, D. Ángel Suquía.
Anécdota del autor del libro.
Muchos de nosotros pasamos con Don Manuel Pineda trece o catorce años de seminario; difícil por no decir imposible olvidar, y no es que su modo de ser fuera extrovertido, dicharachero o excesivamente festivo, sino mas bien retraído.
Eso sí, siempre extremadamente equilibrado. Sin embargo, todos, o por lo menos muchos, muchísimos sentíamos el inmenso cariño que nos profesaba, la dedicación absoluta que tenia con nosotros y la relación auténticamente paterno-filial que se había creado entre nosotros.
En este contexto hay que entender aquella estampa, la portada de la capilla del seminario, repleta de compañeros y antiguos alumnos suyos, preparados para hacer la foto que recordara sus bodas de plata de sacerdote. En ese momento, le pusieron en los brazos mis dos pequeñas hijas gemelas, mientras comentábamos que tenía que salir en la foto con su abuelo.
Estampa extraordinaria; por un lado introvertido y tímido; por otro, la extraordinaria satisfacción de sentirse como un autentico padre de muchos de nosotros